domingo, 8 de mayo de 2011

ESTA NOCHE.

Si, esta noche es nuestra, deja que tu cuerpo deslice suave, caliente por el mío, a sí como si solo tu y yo fuésemos los únicos en el mundo, tus labios con los míos notando el dulce de los labios, un beso corto, otro largo, jugando, sin pensar en nada más que en ese momento mágico, dejando que los dedos pasen por todo el cuerpo, por la espalda, tan lisa, sin ningún obstáculo, luego más abajo, un botón desabrochado dejando que esta noche seas dueño de todo, dejando que sea tu marioneta. Un mordisco en el hombro, una caricia, un beso, una frase susurrada al oído. Dulcemente acostarme en la cama, con suavidad, con cariño, a sí como si fuese de porcelana, y de repente los dos unidos, sabiendo lo que hacemos, entregándonos el uno al otro como nunca lo habíamos hecho, con dulzura, con la luz de la luna alumbrando la habitación, alumbrando nuestros cuerpos desnudos y la luna la única que nos puede ver, la única que sabe lo que está pasando entre nosotros y nosotros pudiendo por fin liberar toda la pasión que no podíamos soltar hasta este momento.


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